Alcalá está íntimamente relacionada con grandes escritores de todas las épocas. El más conocido es Miguel de Cervantes, pero muchos otros vivieron, estudiaron y escribieron en esta ciudad. En la calle de la Imagen, muy cerca del Museo Casa Natal de Cervantes, nació en 1880 otro ilustre alcalaíno: Manuel Azaña, destacado político además de reconocido escritor, periodista e intelectual.
Azaña fue una figura esencial en la España de los años treinta. Fue presidente de la Segunda República Española, pero también un destacado escritor y periodista. Colaboró en los diarios El Imparcial y El Sol y entre 1920 y 1924 dirigió las revistas La Pluma y España. En 1926 recibió el Premio Nacional de Literatura. Escribió novelas como El jardín de los frailes (1927) y la inacabada Fresdeval, además de obras teatrales como La Corona (1930). Fue también un notable traductor y un gran ensayista. Sus memorias constituyen un destacado reflejo de su época.
En 1913 se unió a su primer partido político, el Partido Reformista, que abandonó en 1930 para fundar Acción Republicana y más tarde (1934) Izquierda Republicana. Durante la Segunda República fue ministro de la Guerra y dos veces presidente del Gobierno. En mayo de 1936 fue elegido presidente de la República. En febrero de 1939, poco antes de terminar la Guerra Civil e instaurarse la dictadura en España, se exilió a Francia, desde donde presentó su renuncia al cargo. Murió en Montauban (Francia) el 3 de noviembre de 1940.
Una curiosidad…
La casa natal de Manuel Azaña fue saqueada y convertida en comisaría y sede de la Falange tras la Guerra Civil. Sin embargo, Carmen Hernández, jefa de la Falange de Alcalá, ocultó parte de los bienes saqueados para devolverlos a la familia Azaña en cuanto le fuera posible.